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Apoyemos a nuestros escolares a desarrollar el hábito de la lectura: ¡más allá de la escuela!

Apoyemos a nuestros escolares a desarrollar el hábito de la lectura: ¡más allá de la escuela!

Dra. Pilar Valenzuela Rettig

Directora Grupo de Investigación Literatura y Escuela (LyE)

Facultad de Educación, Universidad Autónoma de Chile Sede Temuco

Iniciando un nuevo año escolar, las niñas y los niños se enfrentan a nuevos desafíos, entre ellos la lectura. En un mundo cada vez más complejo, con muchas distracciones digitales, donde los contenidos son breves y superficiales; la lectura compartida en familia es una poderosa herramienta para fortalecer los lazos afectivos, comprender el mundo y fomentar el hábito de leer.

Muchas veces nuestros pequeños se desaniman ante una lectura escolar obligatoria, sobre todo cuando no tienen la posibilidad de elegir qué textos quieren leer, perjudicando el desarrollo del vínculo positivo con los libros y la lectura. Entonces, ¿cómo podemos, como padres y cuidadores, apoyarlos?

Ante todo, valorar la lectura no solo desde el discurso, sino desde la acción. Debemos hablar y actuar desde la certeza de lo importante que es la lectura para el desarrollo cognitivo, social y emocional de las personas. Es crucial que comprendamos y comuniquemos que leer no sólo es una habilidad cognitiva, que permite adquirir conocimientos nuevos; también es una experiencia estética y cultural que nos permite conocer realidades diferentes, experimentar emociones, desarrollar el pensamiento crítico, comprender el mundo, desarrollar la creatividad y el interés por conocer. Al valorizar la lectura, leemos y al leer, nos transformamos en un modelo a seguir por los menores.

La lectura compartida es una de las estrategias más efectivas para fomentar este hábito, ¡sobre todo cuando es compartido en familia! Es importante que generemos acciones que refuercen el acto de leer, pero también la comprensión y, ante todo, que disfrutemos del proceso de compartir la lectura en familia. Para desarrollarla se recomienda: leer en voz alta, dar tiempos para que cada uno experimente el escuchar su voz y la de los demás, jugar con la expresión de las palabras; dialogar, hacer preguntas abiertas que impliquen reflexión y juicio, relacionando lo leído con nuestra realidad; disfrutar de otras artes junto a la lectura, por ejemplo, dibujar, escribir, relacionar con alguna canción o película. También fomentar la lectura antes de dormir, pero ¡ir más allá! hacer un picnic con libros, leer juntos una historia de sobremesa, leerles mientras terminan de comer o se dan un baño, visitar y maravillarnos con la gran diversidad de libros que podemos encontrar en librerías y bibliotecas.

El inicio del año escolar es una excelente oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la lectura más allá de la escuela y aportar al desarrollo del hábito lector desde la familia. Como adultos, tenemos la posibilidad de generar espacios de lectura compartida donde las niñas y los niños puedan experimentar y disfrutar de ella sin presiones ni imposiciones escolares: disfrutar el sonido de las palabras, las ilustraciones, las historias y aprendizajes.

Dando la bienvenida a marzo, te invitamos a reconocer el valor de la lectura en familia y el aporte de esta al desarrollo del hábito: ¡te invitamos a experimentar y disfrutar de la lectura compartida!

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