Este fin de semana santo, del 18 al 20 de abril, la Fiesta Gastronómica de Caleta San Pedro abrirá sus puertas desde las 11 hasta las 20 horas.
Doce emprendedoras, unidos desde 2016, ofrecerán lo mejor de su trabajo con materiales reciclados y artesanías, en un espacio que busca crecer y formalizarse.
En Caleta San Pedro, el trabajo comunitario y la sostenibilidad se mezclan con el sabor y la creatividad. Lo que comenzó en 2016 como un sueño de seis emprendedores bajo simples toldos y pisos de tierra, hoy es una feria consolidada donde doce locales, cada uno con su propio socio, ofrecen productos hechos con dedicación y, sobre todo, con materiales reciclados.
Un Espacio Hecho a Mano y con Esfuerzo
La feria es un ejemplo de economía circular: pallets reutilizados forman la estructura, mientras que textiles, maderas y otros elementos recobran vida en manos de sus creadores. «Trabajamos con ropa a bajo costo para darle una segunda vida y no contaminar», comenta Loreto Palavicino, una de las fundadoras de Feria Artesol.
Los Desafíos de un Sueño Colectivo
A pesar del crecimiento, los desafíos persisten. El terreno donde se asienta la feria pertenece a Bienes Nacionales, y los emprendedores esperan poder formalizar su situación para acceder a servicios básicos como luz y agua. «Ahora, si necesitamos un baño, debemos ir al centro gastronómico cercano», relató Loreto.
La temporada alta (de diciembre a marzo) trae más visitantes, pero en los meses más tranquilos, la feria opera solo los fines de semana. Aun así, el ánimo no decae. «Hay días buenos y malos, pero vender algo hecho por uno mismo siempre es gratificante», explicó Paloma Collants, artesana que mezcla crochet, pintura y textiles reciclados en sus creaciones.
La Fiesta Gastronómica: Una Nueva Oportunidad
Este fin de semana santo, la Fiesta Gastronómica será una vitrina para atraer más turistas y vecinos. «Queremos que la gente nos conozca, que esto crezca y sea un bien para la comunidad», comentan los organizadores. Con platos típicos, artesanías únicas y un ambiente familiar, la feria busca consolidarse como un destino imperdible en la región.
Mientras el sol se filtra entre los pallets reciclados, los emprendedores de Caleta San Pedro siguen tejiendo, cocinando y construyendo, no solo productos, sino también una historia de resiliencia y comunidad.
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