Franco Osorio,

Presidente Juventud Socialista Araucanía

En una región donde todo parece condenado al estancamiento, que comunidades mapuche, gremios agrícolas y organizaciones sociales hayan logrado sentarse a dialogar no es un detalle menor. La Comisión para la Paz y el Entendimiento no fue perfecta, pero sí representó un gesto valiente en un clima político donde muchas veces se prefiere el conflicto al acuerdo. Que siete de ocho comisionados hayan respaldado sus propuestas habla de un momento que no deberíamos dejar pasar.

El único voto en contra fue del señor Sebastián Naveillán, cuya actuación fue errática, ruidosa y contradictoria. Más que representar ideas, optó por el saboteo. Pero lo más preocupante fue el rol del Partido Republicano: presionaron, amenazaron e incluso hicieron renunciar a sus propios representantes. No hay voluntad de diálogo ahí, solo cálculo y temor a perder el control de un conflicto que les ha sido políticamente útil.

A pesar de ello, quedó demostrado que amplios sectores —de izquierda, centro y derecha— respaldaron los acuerdos alcanzados. Incluso la Iglesia, a través del obispo Jorge Concha, expresó su esperanza y valoración por los avances. Pero mientras sigan existiendo sectores autoritarios que impidan que nuestra región avance hacia la paz, serán los trabajadores y campesinos quienes seguirán pagando las consecuencias.

Hoy más que nunca, es necesario que el Gobierno implemente con decisión las recomendaciones de esta comisión. La paz en nuestra región solo será posible si se construye sobre el respeto, la verdad y acuerdos amplios. Esta fue una oportunidad. No puede ser la última.