El Gobierno del presidente Gabriel Boric expresó su preocupación por las recientes denuncias de malos tratos a deportados chilenos desde Estados Unidos. Estas quejas surgieron tras vuelos de expulsión masiva organizados por ese país. La situación activó gestiones diplomáticas y coordinaciones ministeriales.

“Tenemos especial preocupación por estas denuncias. Las haremos llegar a través de los canales oficiales”, declaró el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo.

Ministro Gajardo confirma seguimiento a denuncias desde EE.UU.

En las últimas semanas, más de 80 ciudadanos chilenos regresaron al país en vuelos masivos. Muchos de ellos denunciaron tratos inhumanos en centros de detención migratoria. Relataron que durmieron en el suelo y recibieron solo pan y agua durante días.

El ministro Gajardo aseguró que el Gobierno recopila antecedentes para respaldar acciones diplomáticas. “Debemos garantizar que nuestros compatriotas reciban un trato digno, más allá de su situación migratoria”, afirmó.

Tratados internacionales respaldan la posición de Chile

Chile ha suscrito tratados que exigen respeto por los derechos humanos durante procesos de deportación. Las denuncias podrían vulnerar esos acuerdos.

Una fuente de Cancillería explicó que los testimonios se evaluarán y podrían presentarse ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También se estudia una comunicación directa con el Gobierno de EE.UU.

Gobierno coordina acciones frente a malos tratos a deportados

El Ejecutivo abordará el tema en conjunto con los ministerios de Justicia, Interior, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores. El objetivo es presentar una postura clara ante las autoridades estadounidenses.

Además, se planea entregar apoyo legal y psicológico a los afectados. Estas acciones permitirán documentar los hechos y prevenir nuevos abusos.

Deportados relatan condiciones indignas durante su detención

Organismos de derechos humanos comenzaron a recoger testimonios. Uno de los deportados contó que pasó más de cuatro días sin ducharse, durmió sobre concreto y no recibió atención médica. “Nos trataron como delincuentes peligrosos”, dijo.

Estos relatos aumentaron la preocupación del Gobierno. Las autoridades chilenas consideran inaceptable este trato, especialmente entre países con relaciones diplomáticas activas.