Con más de cuatro décadas dedicadas al oficio, Francisco Martorell Cammarella es uno de los referentes del periodismo independiente en Chile. Director de El Periodista y CEO de EP Global Media, ha sido corresponsal de medios, redactor político y editor en importantes medios, como la legendaria Revista Análisis. También autor de varios libros de investigación como Impunidad Diplomática, El caso de Gloria Stockle y Operación Cóndor: el vuelo de la muerte. Fundó la revista El Periodista en noviembre de 2001, transformándola con los años en un proyecto multimedia que hoy incluye portales informativos, un canal en YouTube con millones de visualizaciones y una revista de turismo y cultura.
Martorell, además, ha sido docente en Chile y el extranjero y vicepresidente del Colegio Nacional de Periodistas.
En esta entrevista, reflexiona sobre los 24 años de El Periodista, los desafíos del oficio en tiempos de desinformación y redes sociales, y el crecimiento de EPTV, el canal de noticias que ya cumplió siete años y que busca consolidarse como una plataforma audiovisual crítica, rigurosa e independiente.
—Francisco, El Periodista cumple 24 años este noviembre. ¿Qué representa ese aniversario para ti y tu equipo?
Cumplir 24 años en un medio de comunicación independiente en Chile es una hazaña. Nacimos en 2001 como una revista impresa que apostó por el reportaje, la crónica y el análisis profundo en tiempos donde primaban los titulares rápidos y la espectacularización de la noticia. Hoy, con www.elperiodista.cl, nos mantenemos fieles a esa idea original: hacer periodismo riguroso, con perspectiva crítica y sin subordinarnos a intereses económicos ni políticos. Este aniversario es, sobre todo, un reconocimiento al compromiso del equipo, y a los lectores que nos han acompañado por más de dos décadas.
—¿Cuál ha sido la clave para sostener un medio independiente por tanto tiempo?
La coherencia y la convicción. En momentos en que muchos medios se transforman en voceros de intereses particulares, nosotros seguimos creyendo en el periodismo como servicio público. No hacemos periodismo para agradar, sino para incomodar al poder. Esa independencia editorial, sumada a la flexibilidad para adaptarnos a los cambios tecnológicos, nos ha permitido sobrevivir e incluso crecer con nuestros otros proyectos, como EPTV o Epviajes.
—EPTV acaba de cumplir 7 años. ¿Cómo surgió la idea de crear un canal en YouTube?
EPTV nació como una necesidad de trasladar nuestros contenidos a otros formatos y plataformas. Entendimos que la audiencia estaba cambiando y que debíamos diversificar nuestras formas de contar historias. Hoy EPTV tiene más de 8 millones de visualizaciones, y estamos apostando por una programación estable, con programas semanales, noticieros breves y entrevistas en profundidad. La imagen, el sonido, el ritmo visual son parte del nuevo periodismo. No podíamos quedarnos solo en lo escrito.
—Has sido periodista en el extranjero, autor de libros, director de revistas… ¿Cómo ha influido tu trayectoria en este proyecto multimedia?
Muchísimo. Haber trabajado como corresponsal, haber vivido fuera del país y desempeñarme en todas las plataformas periodísticas, tanto como reportero como editor, me permitió comprender el valor del periodismo como herramienta de denuncia, pero también como puente entre culturas. Esa visión más amplia la he intentado transmitir en todos los proyectos de EP. No se trata solo de informar, sino de formar opinión, abrir debates, y no tener miedo de tocar los temas que otros evitan.
—En este contexto, ¿qué lugar ocupa El Periodista dentro del ecosistema de medios en Chile?
Somos una voz crítica y necesaria. No dependemos de la pauta oficial ni de la publicidad estatal. Nuestro objetivo no es competir por el clic fácil, sino ofrecer contenidos que hagan pensar, que generen incomodidad cuando corresponde, y que aporten al debate democrático. Creemos en el periodismo que investiga, que fiscaliza, que revela lo que otros quieren ocultar.
—¿Cómo ves el futuro del periodismo en un contexto de redes sociales, desinformación y polarización?
Lo veo desafiante pero no desesperanzador. Justamente por la abundancia de fake news y la pérdida de credibilidad en muchas instituciones, el periodismo serio, bien hecho, tiene una oportunidad de reivindicarse. Pero debemos ser autocríticos: también nos hemos equivocado, y parte de la crisis de confianza pasa por recuperar rigor, ética y sentido público. El futuro del periodismo dependerá de nuestra capacidad para reinventarnos sin renunciar a nuestros principios.
—¿Qué viene ahora para EP?
Estamos consolidando un proyecto multimedia integral que incluye nuestros portales de noticias —El Periodista y O Jornalista—, la revista de turismo Epviajes, y el canal EPTV. Queremos dar el salto a transmisiones en vivo, programas semanales desde estudio y una oferta editorial más diversa. Además, estamos trabajando en un centro de investigación periodística que se enfoque en reportajes profundos sobre corrupción, medio ambiente y derechos humanos. Nuestro lema sigue siendo: “Periodismo con contenido, sin concesiones”.

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