El Ocaso de Enela

El Ocaso de Enela

Francisco Huenchumilla Jaramillo

Senador

El jueves 19 del presente mes de junio, se realizó la última versión del encuentro de los empresarios de La Araucanía, más conocido como Enela. Estaban invitados las y los candidatos presidenciales, de los cuales sólo concurrieron Kast, Kaiser y Mulet.

El evento terminó en medio de un escándalo.

Como en todo evento que se precie, la organización es fundamental, en los aspectos operativos, y en las reglas del juego a que deben someterse los invitados; sobre todo cuando se trata de aquellos que aspiran a conducir el Estado, como presidente de la República. Se trata de escucharlos, y de que puedan hacer sus planteamientos en igualdad de condiciones, con pleno respeto a dichas reglas y al público asistente.

Aquí el invitado José Antonio Kast pretendió, con prepotencia, saltarse las reglas del juego. No pidiendo más tiempo, como un caballero, sino tomándoselo de hecho; enfrentándose airadamente con la conductora, y obligando a intervenir al responsable del evento, en medio de la gritería del publico concurrente, cual barra brava.

Me pregunto, ¿cómo pretende ser presidente de la República alguien que no es capaz de controlarse en un evento común y corriente, y sin manifestar respeto alguno por sus adversarios ocasionales, por la conductora, por el gerente organizador y por el público presente?

Lo sucedido es el reflejo del paulatino proceso de decadencia en que ha caído Enela; evento que no ha logrado entender que en el mundo actual, dominado absolutamente por la transparencia y la libre circulación de las ideas, es un error organizar un evento que pretenda ser el reflejo de la sociedad de La Araucanía para mirar su desarrollo y su devenir, pero terminar desarrollando un evento monocolor, representativo sólo de la derecha regional. Un encuentro que bien podría hacerse en alguna de las sedes partidarias de RN, la UDI o Republicanos, y nada cambiaria. De hecho, contaría con la misma barra brava asistente.

Esto no tiene nada que ver con el profesionalismo con que Diego Benavente y su equipo encaran la organización de este evento; el contenido y el sentido es la línea editorial, que seguramente es la pauta de los empresarios regionales controladores de CorpAraucanía.

En resumen, Enela ha devenido en un encuentro de la derecha empresarial de la Araucanía que ahora, con barra brava incluida, se transforma en un evento de la derecha política, en defensa de los intereses de su propio sector; lo cual explica la ausencia de los candidatos Winter, Jara y Tohá.

Aquí, para nada le importa a ella la concurrencia multifacética de todos los actores de nuestra región, que incluye a pequeños y medianos emprendedores, trabajadores, pequeños y medianos agricultores, y una amplia gama de profesionales y técnicos y de nuestros principales centros de estudio. Todos ellos son fundamentales para el desarrollo y prosperidad de nuestra región.

Es, en cambio, un evento para mirarse al espejo con autocomplacencia, aplaudirse mutuamente, y golpearse la espalda –nuevamente, con barra incluida– algo que no le sirve al desarrollo de nuestra Región.

Los organizadores del evento, principalmente agricultores y otros rubros, deberían ver este encuentro como una oportunidad para tener un gran debate regional en torno a los problemas, la manera de resolverlos y fortalecer la unidad frente al poder central, para juntos todos tener y concordar un plan estratégico de desarrollo que permita avanzar sostenidamente, en paz y prosperidad, para el conjunto de los miembros de nuestra sociedad regional. Si no es así, se desaprovecha una oportunidad y se lo transforma en un mero encuentro táctico, en defensa de intereses corporativos.

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