Revolución saludable: Cómo la semilla de chía está cambiando el panorama de la obesidad
En contexto del Día Mundial de la Obesidad, que se conmemora cada año en marzo, las estadísticas siguen reafirmando un preocupante escenario en torno al desarrollo de esta patología a nivel mundial. Un informe realizado por la Federación Mundial de la Obesidad -presentado ante las Naciones Unidas- proyecta que más de la mitad de la población mundial padecerá de sobrepeso u obesidad hacia 2035. Para ese año se estima que en Chile el 43% de los adultos del país será obeso.
A lo anterior se suma un estudio de la Universidad de Oxford, que dejó a Chile en la posición 34 de los países con mayor obesidad a nivel mundial. Y también la data de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), establece que el 67% de la población mayor a 15 años sufre de sobrepeso u obesidad, posicionando a Chile en el tercer lugar, después de México (74%) y Estados Unidos (73%).
“Con las tasas de obesidad cada vez más elevadas, se hace más urgente y necesario crear hábitos alimenticios saludables, incluyendo alimentos ricos en fibra, y densos en nutrientes. En este contexto, la semilla de chía emerge como un recurso fundamental”, explicó Carolina Chica, gerente de Nutrición, Investigación y Desarrollo de Benexia.
Un estudio realizado por la Universidad de Toronto, EE. UU, con adultos mayores con sobrepeso y obesidad, quienes además padecían diabetes tipo 2, reveló prometedores resultados. Tras seis meses de consumir diariamente dos cucharadas de chía molida, se observó una disminución de su peso corporal, la circunferencia de la cintura y los niveles de inflamación (proteína C reactiva), y un aumento mayor en la adiponectina (hormona relacionada con la saciedad).
“Los hallazgos sugieren que, gracias a su alto contenido de fibra soluble e insoluble, la ingesta de esta semilla contribuye a promover la saciedad y controlar el apetito. Además, su contenido de ácidos grasos omega-3 podría reducir el riesgo cardiovascular asociado con el exceso de peso”, sostuvo la experta de Benexia.
Cómo incorporarla en la dieta
La semilla de Chía es importante por su aporte en fibra y ácidos grasos omega-3 esenciales, siendo una excelente fuente de proteína, antioxidantes y minerales. Para incorporar esta semilla en la dieta de manera efectiva y disfrutar de sus beneficios, algunas sugerencias prácticas y fáciles de seguir son:
- Añadir a bebidas:Espolvorear una cucharada de semillas de chía en jugos, smoothies o simplemente en un vaso de agua. Al mezclarse con líquidos, las semillas de chía se expanden y forman un gel, lo que puede ayudar a sentirse satisfecho por más tiempo.
- En el desayuno:Incorporar las semillas de chía en yogur, avena o cereales. No solo aumentará el contenido de fibra sino también proporcionará energía.
- Como sustituto del huevo:Para las personas veganas o aquellas alérgicas a los huevos, la chía puede ser un excelente sustituto. Mezcla una cucharada de semillas de chía con 2.5 cucharadas de agua y deja reposar hasta que se forme un gel; éste puede usarse incluso en recetas de repostería.
- En panadería y repostería:Agregar semillas de chía a panes, muffins, galletas y otras recetas horneadas. Esto no solo incrementa el valor nutricional, sino que también añade textura.
- Ensaladas:Espolvorear semillas de chía sobre ensaladas, vegetales asados o incorporar en aderezos y salsas para dar un toque crujiente y nutritivo.
- Pudding de chía:Una de las formas más populares de consumirlas es hacer un pudding mezclando semillas de chía con leche (puede ser de vaca o alguna leche vegetal), dejando reposar la mezcla en el refrigerador durante la noche. Se le puede añadir frutas frescas, frutos secos y miel.
«Es fundamental reconocer que ningún alimento puede asegurar la pérdida de peso. La clave reside en mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida activo», afirmó Carolina Chica. «Sin embargo, las semillas de chía, con su rica concentración de fibra, proteínas, omega-3 y antioxidantes, desempeñan un papel significativo en la promoción de la saciedad, el control del apetito y, por ende, en el apoyo a la pérdida de peso», concluyó.