Una historia que se repite y las respuestas son las mismas
Por Jorge Rathgeb Schifferli
Diputado por La Araucanía
Presidente Regional de RN
En más de alguna oportunidad he escrito por este mismo tema y siempre con un dolor grande, porque cuando muere un Carabinero por el actuar de los delincuentes, la pena, la desazón es mayor.
Lamentablemente hoy nuevamente toca escribir sobre una historia que se repite ante el asesinato del Teniente Emanuel Sánchez, quien dio la vida por su familia al ser abordado por verdaderos cobardes, que para colmo, para demostrar su grado de cobardía actúan en manada.
Duele que sigan subiendo el número de mártires de una institución y que los delincuentes, estas lacras, estos enfermos, más encima salgan sonriendo cuando son detenidos, porque saben que esto para ellos no es nada.
Otro de los hechos que provocan esta sensación de pena y frustración es que la explicación siempre sea la misma y que uno puede recitar de memoria: “buscaremos a los culpables para que enfrenten la justicia y que reciban una pena categórica”, algo que lamentablemente y todos sabemos no pasa.
¿Qué le decimos a la viuda del Teniente Sánchez? ¿Cómo le explicamos a su hijo de tres años que su papá ya no estará más? ¿Qué explicación se le dará a sus padres de que su hijo ya no podrá visitarlos?
Acá hay una deuda tremenda con Carabineros y eso el Gobierno lo sabe, lo tiene claro y lo primero que deberían hacer es pedir disculpas públicas por la campaña de desprestigio que hicieron en su contra cuando fue el estallido social.
Ahora me imagino que las autoridades se estarán dando cuenta de la importancia de la institución, en medio del dolor de una familia que ya no podrá contar con uno de los suyos, por culpa de inadaptados que no tienen neuronas para discernir que es bueno o que es malo.
Que en paz descanse Teniente Sánchez.