La Fundación Defendamos la Ciudad llevará a la Contraloría General de la República observaciones sobre deficiencias en la recepción final de Claro Arena, advirtiendo incumplimientos de normas contra incendios y posibles riesgos para los asistentes.
Deficiencias en la recepción de Claro Arena
La Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes emitió un oficio en el que reconoce que la recepción final del proyecto de remodelación de Claro Arena, ubicado en Camino Las Flores N°13.000, presenta deficiencias relacionadas con la normativa contra incendios. En particular, algunos materiales y componentes utilizados en la obra no figuran en el Listado Oficial de Comportamiento al Fuego ni cuentan con certificación oficial, tal como establece el artículo 4.3.2 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.
La Fundación Defendamos la Ciudad había presentado previamente una objeción el 10 de septiembre, advirtiendo sobre estos incumplimientos. Frente a la respuesta de la DOM, la organización anunció que presentará los antecedentes ante la Contraloría, debido al riesgo potencial que estas deficiencias representan para los asistentes al recinto.
Reacciones de la fundación y expertos
Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, calificó la situación como “extremadamente preocupante”. Señaló que, aunque el proyecto cuenta con recepción definitiva parcial, la ausencia de certificaciones exigidas por ley en temas críticos como la resistencia al fuego no puede ser minimizada.
Por su parte, Francisco Alvarado, asesor de la fundación, refutó las afirmaciones del oficio de la DOM, argumentando que el municipio omitió exigir los ensayos de laboratorio necesarios para certificar el comportamiento al fuego de los materiales. Según Alvarado, esto genera un acto administrativo viciado que debe ser revisado por la Contraloría General de la República.
“El Director de Obras debe constatar que los informes técnicos existan en la carpeta de recepción. Su ausencia es causal de rechazo, como establece el artículo 4.1.2 de la ordenanza”, explicó Alvarado, destacando la gravedad de la omisión considerando el uso masivo del recinto para eventos deportivos y culturales.
Seguridad y cumplimiento normativo
Aunque la DOM señaló que el proyecto cuenta con los permisos de edificación correspondientes, informes del IDIEM sobre pintura intumescente y evaluación favorable de un revisor independiente, la fundación considera que la fiscalización de materiales debería formar parte del proceso de recepción definitiva.
Claro Arena, antiguo Estadio San Carlos de Apoquindo, fue remodelado para convertirse en un centro deportivo y comercial de primer nivel. Su reapertura ya había generado críticas por su impacto urbano, y ahora se suma la preocupación sobre su seguridad estructural y el cumplimiento de normas esenciales.
“Valoramos la modernización de la infraestructura urbana, pero nunca puede hacerse a costa de la seguridad de las personas ni al margen de la ley”, concluyó Herman.
Próximos pasos
La presentación ante la Contraloría buscará determinar si hubo negligencia por parte del municipio en el proceso de recepción de Claro Arena, asegurando que se cumpla con la normativa vigente y que los materiales utilizados sean seguros para el público. La fundación mantiene un seguimiento estricto del caso, subrayando la importancia de la transparencia y el control técnico en proyectos de infraestructura masiva.
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